Calisto se enamora enfermamente por Melibea y ve cómo Melibea lo rechaza, se obsessiona con ella y su criado Sempronio trata de animarle dando argumentos para despechar a las mujeres.
Lo hace mediante argumentos cómo; la imperfección de la flaca mujer, contraria a la perfección del hombre, con el dicho que las mujeres junto con el vino son los elementos que hacen renegar a los hombres, también le recuerda el mito de Adán y Eva para hacerle ver que las mujeres son menos que el hombre, brevemente da a entender que algunas mujeres si son santas pero otras muchas que no y que actuan con maldad cómo Melibea, y da su propia opinión sobre las mujeres, que según él (basandose en autores muy conocidos e importantes de la época), obran sin pensar, engañan, mienten, son ingratas, lujuriosas, soberbias, hechiceras, no tienen vergüenza, están locas... parece que para él sean cómo la peste.
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